Los primeros chiringuitos en España datan de finales de los años sesenta, cuando los turistas alemanes y británicos comenzaron a veranear en nuestro país.
Una de las zonas más visitadas a lo largo de todos estos años, ha sido la costa mediterránea con numerosas posibilidades de disfrute en calas, y playas acompañadas de un aliado imprescindible para la famosa acción “bañarse por dentro”, el chiringuito.
En la provincia de Almería, situada a orillas del mar Mediterráneo, presenta grandes contrastes geográficos, combinando extensas playas con calas pequeñas. Podemos disfrutar de modernos y concurridos centros turísticos, y de espacios naturales donde la humanidad apenas ha dejado su huella. Además, el buen clima, permite disfrutar aún más, de todas las posibilidades que ofrece la provincia.
Concretamente en Aguadulce, encontramos el chiringuito de Diego rodeado del aroma andaluz. Desde su inauguración, el éxito está asegurado y, cada año, con el buen tiempo, es punto de mira para millones de turistas que apuestan por Roquetas de Mar como el principal destino para sus vacaciones.
En el día a día del chiringuito, la actividad de la jornada comienza con los primeros rayos del mediodía, siendo un detalle a destacar las numerosas reservas horas antes del almuerzo.
En cuanto el cliente se encuentra acomodado en su mesa, comieza una ruta por la mejor oferta gastronómica de la comarca, además de ser especialistas en proporcionar una extensa y jugosa gama de raciones: puedes degustar desde una ensalada mediterránea, hasta la paella o el típico pescaito frito. Y, por supuesto, la bebida estrella que acompaña las calurosas noches de la costa, son los famosos mojitos hechos por la misma casa, la bebida célebre cuando calienta el sol. Por esto, el éxito del local, que junto al cuidado de cada rincón, el cálido trato de sus trabajadores y las opciones de cocina, hacen, sin duda, la delicia de los más exquisitos paladares.
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